Establece las bases generales para el funcionamiento del Mercado Interbancario, como primera instancia a la que acuden las instituciones financieras cuando presentan déficit de liquidez inmediata, para procurar fondos, a colocar excedentes de liquidez a cambio de la obtención de un rendimiento, antes de la liquidación de activos o recurrir al servicio permanente de crédito del Banco Central de Cuba.