Faculta al Jefe de la Aduana del Puerto de La Habana para aplicar la sanción de decomiso y realizar la entrega de los vehículos automotores importados por las entidades extranjeras radicadas en nuestro país, así como los pertenecientes a ciudadanos extranjeros residentes temporales o permanentes en Cuba, cuando estos incumplan los requisitos y disposiciones legales vigentes.